¿Sabías que el chicle se originó dentro de la cultura Maya? pues sí, y lo llamaban “tzictli” en náhuatl.
La leyenda cuenta que todo comenzó con la recolección de la savia del árbol Chicozapote. Tras dejarla secar, obtenían una goma masticable, el precursor de los chicles de hoy.
El gran reto fue saborizar esta goma sin sabor. ¿La solución? Incorporar jarabe de azúcar saborizado, ¡y así nacieron los chicles de sabores que tanto nos encantan!
Nosotros hemos recuperado este sabor nostálgico para crear el sirope Bubblegum, con potente sabor a pura fantasía, dedicado especialmente a los golosos.
Este sirope combina genial con Vodka y batidos. Y sabores como melón, sandía, hierbabuena o naranja… y también, ¡deja volar tu imaginación!